Objetivos
Evaluar si la percepción del estado nutricional estaba infravalorada o sobrevalorada en los Docentes y Nodocentes de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR.

Materiales y Métodos
Se diseñó un estudio mixto, transversal, observacional y analítico. En el cual, luego de firmar el consentimiento informado, a 153 Docentes y 130 Nodocentes de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR, se les preguntó cómo creían que era su estado nutricional (P), después se los pesó y midió y se calculó el índice de masa corporal y se categorizó en 1-Bajo Peso, 2-Normopeso, 3-Sobrepeso y 4-Obesidad. Si IMC-P=0 la percepción fue adecuada(N), si <0 la percepción fue sobrevalorada (S) y si >0 la percepción fue infravalorada (I).

Resultados
Se encontró N: 59.4%(IC95% 53.9-65.1%), S:4.4%(2.0-6.7%)e I:36.2%(30.7-42.1%) (p<0.05). Al relacionarlo con la función: el 100% de S fueron Docentes, el 64,2% de I fueron Nodocentes y 58.6% de N fueron Docentes (p=0.000). En relación al sexo: el 76.9% de I fueron mujeres, el 53,8% de S hombres y el 62,6% de N mujeres (p=0.009). Al comparar dentro de las mujeres Docentes con Nodocentes se pudo observar que la relación fue significativa, siendo mayor la proporción de Nodocentes que I, lo mismo se observó dentro de los hombres (p=0.031).

Conclusiones
Si bien en Docentes y Nodocentes infravaloran la percepción, es mayor la proporción de los que lo hacen en los Nodocentes. En cambio, sólo los Docentes sobrevaloraron su percepción, teniendo un menor IMC que el percibido. Las diferencias significativas entre Docentes y Nodocentes, y entre hombres y mujeres, destacan la influencia de factores socioculturales y laborales en la percepción del estado nutricional. Los Docentes, que sobrevaloraron su estado, podrían estar influenciados por expectativas profesionales de salud (la mayoría son médicos), mientras que los Nodocentes, que mayoritariamente infravaloraron su estado, podrían carecer del mismo nivel de acceso a información y recursos. Estos hallazgos subrayan la importancia de personalizar las intervenciones de salud pública, teniendo en cuenta las diferencias en percepción según función laboral y género, para mejorar la autopercepción y promover una gestión más efectiva del peso y la salud en general.