COLANGITIS BILIAR PRIMARIA EN LA VIDA REAL (#21671)
Introducción
La colangitis biliar primaria (CBP) es una enfermedad hepática crónica autoinmune, caracterizada por colestasis, anticuerpos antimitocondriales positivos e histología hepática compatible. Las guías de práctica clínica indican que con dos de estos tres criterios es suficiente para para establecer el diagnostico. El tratamiento de primera línea es el ácido ursodesoxicólico (AUDC). Los fibratos son una alternativa de tratamiento recomendación off label. Dada la heterogeneidad en la presentación, métodos diagnósticos y posibilidades terapéuticas consideramos importante describir las conductas implementadas por los médicos hepatólogos y gastroenterólogos en Latinoamérica.
Materiales y Métodos
Estudio descriptivo, mediante encuesta electrónica realizada a través de Google Form distribuidas por WhatsApp, correo electrónico a médicos hepatólogos y gastroenterólogos a través de la Sociedad Argentina de Hepatología y Gastroenterología
Análisis de los datos
Para establecer diagnóstico 93.9% hepatólogos y 77.7% gastroenterólogos requieren 2 de 3 criterios. Durante la práctica clínica 53.9% de los hepatólogos y 55.5% de los gastroenterólogos solicitan biopsia hepática en menos del 25% de los casos. El AUDC es indicado en pacientes sintomáticos y asintomáticos por el 86.9% de hepatólogos y 78.7% de gastroenterólogos, en pacientes sintomáticos indican AUDC el 8.7% hepatólogos y el 4.3% de los gastroenterólogos y el 4.6% de los hepatólogos y 16.6% de los gastroenterólogos lo indican exclusivamente en asintomáticos; El 96.5% de los hepatólogos y el 79.6%de los gastroenterólogos indican el AUDC ajustado a peso; Los fibratos son indicados por los hepatólogos en no respondedores en 60.8%, no respondedores e intolerantes en 19% y nunca lo indican en un 13%, por su parte los gastroenterólogos lo indican en no respondedores en un 25%, no respondedores e intolerantes 15.7% y nunca lo indican 34%. La respuesta al tratamiento es evaluada a los 6 meses en un 60.8% de los hepatólogos y 80.5% de los gastroenterólogos. El 53.9% de los hepatólogos y 57.4 de los gastroenterólogos utilizan los criterios de París II. El 18% de los hepatólogos y el 26.8% de los gastroenterólogos utilizan la biopsia para evaluar respuesta entre el año y los 5 años.
Conclusiones
Los médicos siguen las recomendaciones de las guías internacionales para establecer diagnóstico de CBP.
El AUDC es indicado correctamente. Los fibratos fueron la opción de tratamiento de segunda línea elegida por los hepatólogos. La respuesta terapéutica es evaluada a los 6 meses, plantearía la necesidad de identificar no respondedores e implementar segunda línea de tratamiento. La biopsia hepática es usada durante el seguimiento, lo que podría sugerir interés en identificar factores pronósticos, enfermedades subyacentes o alternativas terapéuticas. Nuestras limitantes fueron las dificultades técnicas y una muestra mayoritariamente de Argentina. Sin embargo, destacamos la alta tasa de respuesta y la valiosa contribución de estos datos a nuestra región.