SÍNDROME DE VENA CAVA SUPERIOR: UNA LUCHA CONTRA EL TIEMPO (#21554)
Introducción
Las neoplasias malignas intratorácicas son responsables del 60 al 85% de los casos de síndrome de vena cava superior. Este surge, a su vez, como complicación de un tumor no diagnosticado previamente en hasta el 60% de los casos. Su diagnóstico etiológico es apremiante, sin embargo hay malignidades infrecuentes como el carcinoma neuroendocrino de células grandes que pueden dificultarlo. Esto agregado a su rápida evolución da lugar a que herramientas para paliar los síntomas como el manejo endovascular adquieran mayor relevancia.
Caso
Paciente masculino de 50 años de edad con antecedente de tabaquismo, que consultó al Servicio de Urgencias de nuestro hospital por disnea clase funcional II de aproximadamente 1 mes de evolución, que en la última semana se acompañó de tos seca. Al interrogatorio dirigido refirió pérdida de peso de 12 kg en 1 año. Se constató ingurgitación yugular ⅔ con colapso inspiratorio parcial, dilatación de venas torácicas, circulación colateral en tórax en caras anterior y posterior, y adenomegalia supraclavicular derecha. Se realizó una radiografía de tórax que mostró una masa mediastinal derecha. Por este hallazgo se realizó una TC de tórax en la que se constató una masa en contacto con la pleura visceral del pulmón derecho, grandes vasos, bronquio fuente derecho, y vía área, la cual desplazaba hacia contralateral. Se realizó una fibrobroncoscopia flexible para la toma de biopsia, durante la cual se observó compresión extrínseca a nivel de tráquea distal con oclusión total de bronquio fuente derecho. Durante su internación el paciente desarrolló pioneumotórax derecho con requerimiento de colocación de tubo de avenamiento pleural. El paciente evolucionó con edema en esclavina. Se realizó ecocardiograma que mostró disfunción diastólica y derrame pericárdico leves.Se decidió colocación de 2 stent venosos y repermeabilización bronquial. El paciente fue dado de alta con el diagnóstico de carcinoma neuroendocrino de células grandes en plan de tratamiento oncoespecífico. Una semana más tarde ingresó nuevamente al Servicio de Urgencias de nuestra institución por insuficiencia respiratoria aguda. Se detectó además una trombosis del stent de vena cava superior, y finalmente el paciente obitó.
Comentario
Las intercurrencias infectológicas pueden suponer la aceleración de la evolución natural y a la vez un freno para el inicio del tratamiento curativo por lo que es fundamental detectarlas precozmente.
Conclusión
El pronóstico del síndrome de vena cava superior de origen tumoral es generalmente pobre, siendo los tumores sólidos los asociados a mayor mortalidad. Por este motivo, es necesario plantearse rápidamente la necesidad de tratamientos que disminuyan los síntomas, como por ejemplo la recanalización endovascular, mientras se espera el diagnóstico anatomopatológico y la posibilidad de tratamientos curativos.