ENFERMEDAD INJERTO VS HUESPED, UN RETO EN LA PRÁCTICA CLÍNICA. (#21966)
Introducción
La enfermedad de injerto contra huésped (EICH) es multisistémica y se produce como complicación del trasplante de progenitores hematopoyéticos alogénico. Clásicamente se reconocen dos formas de eich, aguda y crónica, según los síntomas aparezcan antes o después de los 100 días de la infusión de células madre.
Caso
Paciente de 57 años con antecedente de Linfoma de Hodgkin con reciente trasplante heterólogo alogénico de hermano histoidentico, consulta por tres días de diarrea no disenteriforme. Al examen físico afebril, hipotenso, impresiona enfermo con mucosas semihúmedas. Realizo tratamiento con ciprofloxaciona por filmarray gastrointestinal positivo para Escherichia Coli enteropatógena. Por persistencia de diarrea con desprendimiento de mucosa intestinal, se realizó colonoscopia con biopsia que informo criptas con daño del epitelio y signos de apoptosis, compatible con EICH. Realizo corticoterapia y ciclosporina. Al día 20 de internación intercurrió con alteración del hepatograma, se descarto origen farmacológico por ciclosporina. Por falta de respuesta se encontraba en plan de realización de tratamiento con ruxolitinib. Por intercurrir con enterorragia, oliguria e hipotensión refractaria a fluidos curso internación en unidad de cuidados intensivos con requerimineto de asistencia respiratoria mecánica y noradrenalina.Fallece luego de un mes de internación.
Comentario
Su fisiopatología se basa en el reconocimiento de tejidos del receptor por la inmunidad heredada del donante lo que conlleva al daño celular citotóxico, liberación de citocinas inflamatorias y necrosis. Se define como EICH aguda a la que se manifiesta en los primeros 100 días, tardía si es a partir del día 100 y crónica entre los 4 y 6 meses. EICH aguda es la principal causa de mortalidad a corto plazo luego del trasplante. Los factores de riesgo son: la disparidad de HLA, edad avanzada, aloinmunización previa, inmunosupresión del donante e infección previa por citomegalovirus. Afecta principalmente piel, hígado y tracto gastrointestinal. Las manifestaciones clínicas son: erupción eritematosa maculopapular en palmas y plantas, con o sin prurito o dolor; enfermedad colestásica con o sin ictericia, anorexia, vómitos y diarrea que en casos severos contiene sangre fresca y mucosa intestinal. Se clasifica de grado 0 a 4 dependiendo del nivel de afectación. El diagnóstico definitivo es por biopsia del órgano afectado observándose necrosis de células satélites. El tratamiento de elección es el uso de corticoides durante 7 a 14 días y como segunda línea ruxolitinib.
Conclusión
Es importante tener en cuenta que las opciones de tratamiento más allá del uso de corticoides son limitadas, por lo que es esencial la prevención de la enfermedad que se dirige hacia la inmunosupresión prolongada de la función de las células T del donante mediante el uso de inmunosupresores peri y post trasplante. El método más utilizado es tacrolimus y ciclosporina asociado a metrotexate.