DESAFÍOS EN EL MANEJO DE LA FRAGILIDAD Y LA DIABETES EN EL ADULTO MAYOR: MINIMIZACIÓN DEL RIESGO DE HIPOGLUCEMIA (#21134)
Objetivos
La fragilidad se caracteriza por una disminución de la reserva fisiológica y una mayor vulnerabilidad a eventos adversos. En el manejo de diabetes, resulta crucial elegir esquemas farmacológicos antihiperglucémicos que sean efectivos y seguros. Los pacientes mayores a menudo tienen múltiples comorbilidades y polifarmacia, lo que puede aumentar el riesgo de hipoglucemia, especialmente cuando se utilizan sulfonilureas o insulina.
El sobretratamiento puede llevar a episodios hipoglucémicos graves, que a su vez incrementan el riesgo de caídas, hospitalizaciones y mortalidad. Por lo que es fundamental individualizar los objetivos de control glucémico y ajustar los tratamientos para minimizar el riesgo, priorizando la calidad y la seguridad del paciente.
En este contexto, nos propusimos explorar la asociación entre fragilidad y el grado de control metabólico y/o los esquemas farmacológicos antihiperglucémicos utilizados en entornos de atención médica rutinaria.
Materiales y Métodos
Corte transversal que incluyó una muestra consecutiva de adultos mayores de 65 años, afiliados a prepaga institucional, que tuvieran diagnóstico de DM2.
Se dividió a la muestra en 2 grupos: “frágiles” (basados en instrumento Serra Prat que captura datos secundarios de 42 dimensiones según la codificación CIE-10, cuando el puntaje arrojara >=9 puntos) y no frágiles (si puntaje <9). La variable “sobretratamiento” fue un constructo de al menos 1 droga hipoglucemiantes (Insulina y/o Sulfonilurea y/o Glinidas) y considerando la “meta” (HbA1c<7% para no frágil y <8% para frágil) según las definiciones ADA 2023. Se utilizó estadística analitica.
Resultados
De un total de 5937 pacientes, se compararon 530 frágiles versus 5407 no frágiles.
En cuanto a las características basales, los sujetos frágiles presentaron mayor edad (media de 82 vs 77; p=0,01). enfermedad cardiovascular establecida (51% vs 19%; p=0,01), enfermedad renal crónica (33% vs 8%; p=0,01), y neuropatía (5% vs 1%; p=0,01).
Con respecto al grado de control metabólico, no hubo diferencias estadísticamente significativas (65% y 63%; p=0,54) en la medición de HbA1C en el último año, ni en el cumplimiento de la meta <=7% (43% y 42%).
Con respecto a los esquemas farmacológicos, los frágiles arrojaron mayor consumo de Gliptinas (17% vs 14%; p=0,02) e Insulina (32% vs 13%; p=0,01); y menor indicación de Metformina (55% vs 60%; p=0,02). La fragilidad se asoció a mayor número de fármacos (1,2 vs 1,0; p=0,01), mayor tasa de drogas con riesgo de hipoglucemia (37% vs 20%; p=0,01) y mayor sobretratamiento (23% vs 6%; p=0,01).
Conclusiones
A pesar de no observarse diferencias significativas en el control metabólico entre ambos grupos, los pacientes frágiles presentaron mayor edad, mayor carga de comorbilidades, mayor tasa de uso de insulina y gliptinas, en comparación con los no frágiles.
Con esta evidencia del mundo real, indefectiblemente será necesario reflexionar sobre la elevada tasa de drogas con riesgo de hipoglucemia y de sobretratamiento en este subgrupo vulnerable.
Tabla adjunta