UN DEBUT INESPERADO (#21250)
Introducción
La cetoacidosis diabética (CAD) es un estado caracterizado por tres hallazgos: hiperglucemia (> 250 mg/dl), acidosis metabólica (pH< 7,30 y bicarbonato < a 18 mEq/L) y cetosis. La mayoría son diabéticos tipo 1 y constituyen entre el 8 y el 29% de los ingresos hospitalarios con diagnóstico primario de diabetes, gatillado por un cuadro infeccioso subyacente.
Caso
Paciente masculino de 45 años, sin controles medicos, consultó por cuadro de 1 semana de evolución con dolor punzante, intensidad 7/10 en ambos muslos con progresivo aumento del diámetro e impotencia funcional. Al examen físico se encontraba estable, afebril, con dolor puntual a la palpación de ambos muslos, sin flogosis ni déficit neurológico asociado. Con impresión diagnóstica de miositis se solicitó laboratorio con criterios de CAD y CPK normal. Se realizó tratamiento para la CAD y se recuperó Hb1Ac de 15%. Por progresión del dolor, se consideraron los diagnósticos de infarto muscular diabético y Síndrome de Burns-Garland, con ecografía muscular que evidenció marcado edema y ruptura fibrilar en ambos muslos. Evolucionó febril persistente, con dolor incapacitante y mayor edema, junto con una tumoración palpable en antebrazo izquierdo, confirmándose mediante resonancia y ecografía de partes blandas la presencia de colecciones poliloculadas, algunas de más de 10 cm de extensión. Reinterrogando al paciente refirio episodios previos de lesiones pustulosas en cuero cabelludo con maniobras de autodrenaje. Se tomaron hemocultivos (negativos) y se realizó drenaje quirúrgico de zonas afectadas, con débito de abundante material purulento y rescate de SAMS, por lo que recibió tratamiento antibiótico (ATB) dirigido con cefazolina - clindamicina. Se descartó compromiso endocárdico, y tras completar una semana de ATB, con apirexia y franca mejoría del edema y el dolor, se otorgó el alta sanatorial.
Comentario
La piomiositis (PM) primaria es una infección del músculo esquelético que surge de una siembra bacteriana hematógena presunta o confirmada, mientras que su forma secundaria deriva de un traumatismo penetrante localizado o por contigüidad. Si bien su incidencia es baja, estimado en 1-30 casos / 100.000 personas anuales (edad de presentacion entre 20-50 años, sin diferencias significativas por sexo), la tasa de complicaciones asciende en torno se retrasa su diagnóstico, por lo cual es importante tener siempre presente este diagnóstico diferencial cuando se presenta un paciente con síndrome febril y miopatía.
Conclusión
Se presenta este caso clínico debido a la baja incidencia de PM y su menor asociación con un debut diabético. Al igual que sus diagnósticos diferenciales, como el infarto muscular y el Síndrome de Burns-Garland, requiere un alto índice de sospecha para instaurar rápidamente un tratamiento adecuado, que en este caso requiere del drenaje quirúrgico y antibioticoterapia empírica contra staphylococcus. En el caso de nuestro paciente, completó 4 semanas de tratamiento ATB efectivo, sin complicaciones posteriores.