Introducción
Un paciente previamente autoválido, presentó síntomas de trastorno del estado de ánimo y labilidad emocional durante un mes, con deterioro progresivo. Tras mostrar confusión y agresividad en la vía pública, lo que llevó a sus familiares a buscar atención médica.

Caso
Se presenta el caso de un paciente previamente autoválido, con escolaridad completa y vida familiar activa, que inició con síntomas de trastorno del estado de ánimo y labilidad emocional de un mes de evolución. Su condición se agravó, con deterioro de la memoria, conductas repetitivas y mareos. La semana previa, experimentó episodio confusional acompañado de incontinencia urinaria, que no consultó. El día previo a su ingreso, el paciente mostró confusión y agresividad en la vía pública, lo que llevó a sus familiares a buscar atención en la Guardia Central. Allí, presentó excitación psicomotriz, y tras la evaluación de parámetros inflamatorios ligeramente elevados y TAC de cerebro, se identificó una lesión hipodensa en la región fronto insular y parietal izquierda, compatible con un accidente cerebrovascular isquémico, asociado a oclusión de un ramo de la Arteria Cerebral Media izquierda. Ingresado a UTI, desorientado y subfebril. Se realizó una punción lumbar con resultados normales y cultivos sanguíneos que mostraron la presencia de Streptococcus grupo viridans multisensible con Ecocardiograma transtorácico y Fondo de ojo negativos para impactos sépticos. Se inició tratamiento con vancomicina, que luego se rotó a ceftriaxona tras conocer el antibiograma. Debido al accidente cerebrovascular, se implementó doble antiagregación y antipsicótico para síndrome confusional, posteriormente presenta mejoría de síndrome confusional. Cinco días después, el paciente presentó un nuevo episodio febril, se reintegra al paciente quien refiere un tratamiento dental dos meses previos al inicio del cuadro, a su vez inició durante la internación con cuadro de vía aérea. Cultivos de control sin desarrollo, se realizo TAC de tórax sin hallazgos patológicos, y Ecocardiograma transesofágico que reveló vegetaciones en la válvula mitral. Con el diagnóstico de endocarditis infecciosa, se interpretó el accidente cerebrovascular como cardioembólico secundario a un émbolo séptico. El paciente mostró mejoría en los parámetros inflamatorios y se volvió afebril, completando un tratamiento prolongado de antibióticos intravenosos durante seis semanas a través de un catéter PICC. Un ecocardiograma transtorácico de seguimiento no mostró vegetaciones.

Comentario
Caso clínico complejo que ilustra la interrelación entre trastornos neurológicos y cardiovasculares. Describe la evolución del paciente desde síntomas psiquiátricos iniciales hasta el diagnóstico de endocarditis infecciosa y su impacto en el accidente cerebrovascular.

Conclusión
Este caso enfatiza cómo las complicaciones infecciosas pueden manifestarse en diversos sistemas, subrayando la relevancia de un enfoque multidisciplinario en el manejo del paciente.