Introducción
La fiebre de origen desconocido (FOD) representa un desafío debido a la amplia gama de diagnósticos diferenciales, encontrándose dentro de ellos las causas infecciosas y oncológicas. Presentamos el caso de un paciente con FOD, diagnosticado al principio con fiebre tifoidea, al cual posteriormente se le halló un linfoma primario de efusiones (LPE). Esta es una entidad rara y agresiva de linfoma de células B asociado al virus herpes humano 8 (VHH-8). El LPE afecta predominantemente a pacientes con VIH, aunque también puede presentarse en individuos VIH negativos, como fué este caso.

Caso
Se presenta el caso de un paciente de 57 años con antecedentes de viajes a Asia, África del Norte y Centroamérica, quien consultó por FOD de 5 meses de evolución, acompañada de astenia, dolor abdominal, tos y sudoración nocturna. Inicialmente mediante estudios complementarios se descartaron causas comunes infecciosas, e inmunodeficiencias, pero se detectaron anticuerpos elevados para Salmonella Typhi y hemocultivos positivos para esta, diagnosticando fiebre tifoidea. A pesar del tratamiento antibiótico adecuado, el paciente continuó febril y desarrolló complicaciones como ascitis y derrame pleural. El estudio histopatológico y de inmunohistoquímica de estas efusiones determinaron la presencia de células neoplásicas positivas para CD30, MUM-1 y VHH-8, confirmando el diagnóstico de LPE. En base a esto, el paciente fué tratado con quimioterapia (CHOEP) y antivirales, logrando una evolución favorable con remisión completa.

Comentario
Este caso destaca la complejidad diagnóstica de la FOD, especialmente ante la coexistencia de dos entidades raras como la fiebre tifoidea y el LPE en paciente VIH negativo. Si bien el LPE se asocia principalmente con la población VIH, su aparición en pacientes sin este factor de riesgo, es infrecuente, pero puede ocurrir en otros contextos de inmunodeficiencia o en presencia de VHH-8. La persistencia de fiebre y el desarrollo de efusiones llevó a una reevaluación diagnóstica que permitió identificar el LPE. El tratamiento coadyuvante antiviral para VHH-8 aun no es un estándar, aunque su utilización se basa en la tumorigénesis y en experiencias previas.

Conclusión
Este caso resalta la necesidad de realizar una evaluación exhaustiva en pacientes con FOD que no responden a tratamientos. Subrayando la importancia de la prevención de la fiebre tifoidea en viajeros a regiones endémicas. También pone de manifiesto la posible relevancia del tratamiento antiviral.