Objetivos
La Central de Emergencias fue clave en el brote de Dengue, para la detección temprana, el manejo adecuado y la prevención de complicaciones. El presente trabajo se propuso comparar características clínicas y demográficas, uso de recursos (ej: insumos y reactivos), y desenlaces (reconsultas, internaciones y mortalidad) en pacientes con sospecha entre 2023 y 2024.

Materiales y Métodos
Corte transversal que incluyó una muestra consecutiva consultas de guardia durante primer cuatrimestre (Enero-Abril), correspondientes a adultos que tuvieran la Ficha de Notificación Obligatoria del Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud completa, atendidos en un hospital de alta complejidad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Las variables de interés fueron capturadas de forma retrospectiva, con revisión manual de desenlaces (internaciones y fallecimientos), previa aprobación ética (CEPI#6714). Se utilizó estadística descriptiva, las variables numéricas se expresan como media y desvío estándar (DE) o mediana y rango intercuartílico (RIC), mientras que las categóricas como números relativos y porcentajes, con sus respectivos intervalos de confianza del 95% (IC95%).

Resultados
Se detectaron 186 pacientes con sospecha clínica en 2023 y 1617 en 2024, evidenciando un aumento que promedió 8.69 veces más. Se concentraron con mayor frecuencia relativa durante el mes de Marzo (Figura 1). Fueron mayoritariamente jóvenes (media de 45 y 46 años respectivamente; p=0.44), con 11% y 10% mayores de 70 años (p=0.43), siendo 66% y 63% los afiliados a prepaga institucional (p=0.46). No hubo diferencias en comorbilidades ni en estratificación de riesgo, exceptuando el aumento de antecedente de dengue (0.5% a 2.3%, p=0.04). En cuanto a la clínica, durante el 2024 hubo un aumento de cefalea (de 70% a 79%, p=0.01), dolor retrocular (49% a 61%, p=0.01) y náuseas/vómitos (27% a 36%, p=0.01). Sin embargo, hubo menos rash/erupción (23% a 15%, p=0.01), petequias (5% a 1%, p=0.01), hemorragia gastrointestinal (1% a 0.2%, p=0.03), hepatomegalia (1% a 0%, p=0.01) y shock (0.5% a 0%, p=0.01). Respecto al diagnóstico, se evidenció una disminución significativa en la realización de al menos un reactivo (antígeno NS1, y/o IgM, y/o PCR) dentro de los 30 dias: de 82% a 40% (p=0.01). Sobre la evolución, se encontró que disminuyeron las reconsultas dentro de 2 días (de 29% a 0%, p=0.01) y 7 días (de 44.1% a 0.6%, p=0.01). Durante el 2023, el 3,17% requirió internación dentro de los 30 días por otras intercurrencias no relacionadas al dengue, y se registró un único fallecimiento, tratándose de un shock séptico secundario a una bacteriemia por Streptococcus viridans.

Conclusiones
Hubo un notable aumento de casos que coincide con el brote más grande de la historia argentina. Ante la escasez de recursos y altos costos sanitarios, la disponibilidad de insumos y reactivos fue errática, y el laboratorio estuvo restringido a quienes presentaban signos de alarma o fragilidad por política institucional.