"SÍFILIS OCULAR: UNA AMENAZA SILENCIOSA PARA LA VISIÓN" (#21983)
Introducción
La sífilis es una enfermedad venérea conocida como la gran impostora debido a sus múltiples formas de presentación. Afecta a diversos órganos, entre ellos, los ojos. La sífilis ocular es una manifestación infrecuente que debemos conocer para su correcto diagnóstico y tratamiento oportuno, la falta del mismo puede llevar a pérdida de la visión.
Caso
Femenina de 47 años con disminución de la agudeza visual de un mes de evolución, comenzó en ojo izquierdo progresando a ojo derecho acompañado de cefalea. RMI de cráneo y órbita sin alteraciones, liquido cefalorraquídeo normal con Vrdl negativa. Valorada por oftalmología, imágenes compatibles con coroiditis placoide posterior. Vrdl sérica positiva 1/256, Fta Abs positiva. Tratamiento con penicilina EV 15 días, con persistencia de síntomas posterior al tratamiento.
Masculino 37 años, lesiones en pene hace 1 año con diagnóstico de balanitis, consulta por disminución de agudeza visual de ojo derecho, evaluado por oftalmólogo con imágenes en fondo de ojo de coroiditis placoide posterior compatible con sífilis ocular. Liquido cefalorraquídeo normal con Vrdl negativa. Vrdl sérica 1/16, Fta Abs positivo. Rmi de cráneo sin particularidades. Tratamiento con penicilina EV por 14 días.
Comentario
Treponema pallidum agente causal de la sífilis, penetra en mucosas o erosiones de la piel alojándose en vasos linfáticos y sangre provocando una infección sistémica. Puede permanecer latente, siendo sus manifestaciones muy variables. Se define sífilis ocular en un paciente con manifestaciones oculares y Vrdl reactivo en sangre. La misma no siempre se acompaña de alteraciones en liquido cefalorraquideo. Puede presentarse en cualquier estadío de la enfermedad de manera uni o bilateral, afectando a cualquier estructura del ojo. Uveítis anterior y posterior, queratitis, roséola sifilítica, gomas en iris, corioretinitis son algunas de las afecciones de las sífilis ocular. La coinfección con VIH presenta con mayor frecuencia clínica ocular, aumentando el riesgo de afectación bilateral y grave pérdida de visión. El diagnóstico se basa en la positividad de las pruebas serológicas y presencia de clínica compatible. El tratamiento es el mismo que el de neurosífilis, con penicilina EV durante dos semanas. El retraso en el mismo genera un mayor riesgo de secuelas o pérdidas irreversibles de la visión. Ante la sospecha de sífilis ocular, el tratamiento no debe retrasarse más de 24 horas, aunque no se haya realizado análisis del LCR o evaluación oftalmológica.
Conclusión
La incidencia de la sífilis se mantiene en aumento debido a conductas sexuales de riesgo.
La sífilis ocular es una manifestación infrecuente de la neurosífilis por lo cual debemos mantener un alto índice de sospecha, para su diagnóstico y tratamiento precoz, mejorando así el pronóstico, evitando secuelas a largo plazo.